Nuestra pequeña gran historia: Gentes romanas y visigodas

Un día, soldados romanos, que pertenecían a un imperio poderoso y conquistador, atravesaron los montes Pirineos y se encontraron con un grupo de gentes que vivían en colinas y en las orillas de los ríos. Poco a poco, fueron conquistando a esas gentes y les enseñaron un idioma, el Latín, y pusieron nombre a las ciudadas: Sabinianicum (Sabiñánigo), Osca (Huesca), Cesaraugusta (Zaragoza)... Llamaron íberas e íberos a esas gentes, porque estaban cerca del gran río Íber (Ebro).

Y llegó un momento en el que se mezcló la sangre de las gentes romanas y las gentes íberas y todo el mundo era feliz.

Pero aquellos soldados romanos ya no eran los grandes guerreros del principio, y desde lo que hoy es Alemania, vinieron unas gentes altas y rubias a las que se llamó visigodos, que también acabaron mezclándose con las personas habitantes de estas tierras conquistadas un día por el imperio romano.

Pasaron los años y la gente seguía siendo feliz. Iban descubriendo cosas nuevas y seguían dedicándose a la agricultura y a la ganadería. la verdad es que no había mucha cultura, pero en aquella época tampoco era tan importante saber leer y escribir.